Home Notas Un año del Gobierno de Cambiemos

Un año del Gobierno de Cambiemos

by Luciano Ingaramo

El 10 de diciembre de 2015, se cumplieron 12 meses de que el líder de la coalición política Cambiemos, el ingeniero Mauricio Macri, asumió la Presidencia de la Nación. A continuación, haré un repaso de los aciertos y desaciertos que el Gobierno tuvo a lo largo de su primer año de gestión.

Los aciertos:

-Levantamiento del cepo cambiario al dólar. 

-Quita de las retenciones al campo. 

-Recuperación de la independencia de los tres poderes estatales y del resto de los organismos públicos. 

-Apertura y respeto hacia la prensa.      

-Apertura gradual de las importaciones.

-Mantenimiento de los subsidios y planes sociales para los sectores sociales marginados.   

-Devolución del IVA y tarifa social para los sectores más vulnerables.   

-Creación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para corregir las fallas del mercado.          

-Pago de la deuda con los holdouts.  

-Ley de reparación histórica a los jubilados. 

-Ley de acceso a la información pública.   

-Aumento del salario mínimo vital y móvil.       

-Ley Pymes.                           

-Ley P.P.P. (Programa Público Privado).       

-Descenso drástico de la inflación.     

-Recuperación de la credibilidad del INDEC.       

-Ley de debates presidenciales.                     

-Ley del impuesto a las ganancias.                

-El blanqueo de capitales.

Los desaciertos:

-Designación por decreto de dos jueces federales de la Corte Suprema de Justicia.                   

-Fuerte aumento del cuadro tarifario de los servicios públicos.    

-Fuerte aumento del sueldo de los diputados y senadores.  

-Pronóstico anticipado de la llegada abundante de inversiones. 

-Pronóstico anticipado de la reactivación de la economía en el segundo semestre.

Como se puede comprobar, fueron más los aciertos que los errores. Por consiguiente, el balance es más positivo que negativo. En sus primeros seis meses, Macri se vio obligado a hacer un ajuste gradual en la economía, es decir, una reducción paulatina del gasto público. Pero, ¿realmente fue él el responsable de esta medida? La respuesta es no. Como bien dijo recientemente el periodista Jorge Fernandez Díaz en una de sus columnas: “El ajuste no lo produce quien lo ejecuta, sino quien con su impericia y desaprensión lo hizo imprescindible. El cristinismo que tiene la vanguardia incendiada (Venezuela) y la retaguardia quebrada y destruida (Santa Cruz), es el responsable del calvario que hipócritamente denuncia”. Fernandez Díaz dio en la tecla: el ajuste fue una consecuencia de la compleja herencia que el gobierno kirchnerista, de la mano de su Ministro de Economía, el populista-estatista Axel Kicillof (cuya idoneidad brilló por su ausencia) le entregó servida en bandeja a Macri hace un año. 

Afortunadamente, el sucesor de Kicillof, el socialdemócrata-keynesiano Alfonso Prat-Gay, tuvo éxito en el reordenamiento del calamitoso estado de la economía en el primer semestre. A medida que transcurrieron los meses, se veía con mayor claridad cómo el kirchnerismo comenzaba a perder su poder: había iniciado un proceso de agonía que todavía continua y nadie sabe cuánto tiempo más durará.

Lo cierto es que un gobierno no peronista, ni radical ni militar está nuevamente al mando de la nave insignia después de estar estancada durante muchos años en el mar de una democracia autoritaria. Fueron varios los intentos de querer derrocar al nuevo régimen elegido por el voto democrático, cuyos autores son los miembros del núcleo duro del partido populista autoritario liderado por su jefa, la “abogada exitosa”, la “mártir del movimiento nacional y popular”: Cristina Fernandez De Kirchner. Esos patéticos, ridículos y vergonzosos ensayos fracasaron rotundamente. Fue en vano agitar la bandera de “la resistencia”: su demolición es irreversible. Cabe preguntarse por qué razón, aquel grupo papelonero de políticos mafiosos, parados en la estación de la marginalidad democrática, fallaron en su intención de sabotear la democracia que tanto nos costó recuperar. El motivo es el siguiente: porque Macri aniquiló al fantasma de Fernando De la Rúa. Demostró que puede gobernar. Prueba de ello, es la capacidad que tiene para ejercer un liderazgo sólido, auténtico y republicano como Jefe de Estado siendo astuto a la hora de negociar proyectos de ley con el arco opositor. Gracias a esto, el país recuperó el valor de las instituciones. Como si eso fuera poco, en consecuencia de ese recupero, se recobró la llave de oro que abre la puerta hacia una democracia plena: la república. Tal es así, que el Congreso de la Nación dejó de ser una escribanía para volver a ser un parlamento. En síntesis, el barco bicentenario llamado Argentina transitó de la locura hacia la normalidad. El autoritarismo gubernamental quedó atrás. Pero el viaje del ex jefe de gobierno porteño recién empieza: aún le queda mucho trayecto por recorrer. Para el 2017, debe concretar la reactivación de la economía, la reducción del déficit fiscal, una reforma educativa, y la llegada de la mayor cantidad posible de inversiones. Estos logros, constituyen gran parte de la semilla a sembrar para que la pobreza pueda reducirse en el largo plazo. Respecto a la consecución de esta difícil tarea, el Presidente tuvo una expresión contundente durante este año: “Si al terminar mi presidencia no bajé la pobreza, habré fracasado”. Le tomamos la palabra. La reducción de la pobreza, es uno de los mayores desafíos que Cambiemos tiene por delante. Y junto a éste, existe otro que es el mayor de todos los retos: que un gobierno no peronista logre finalizar su mandato.

Luciano Ingaramo

Notas relacionadas

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00