El futuro del coche eléctrico no depende sólo de la autonomía de las baterías. La facilidad de carga es igual de decisiva, y en este terreno Mercadona ha dado un paso inesperado: ha tejido, casi en silencio, una de las redes más extensas de recarga en España. Con cerca de 5.000 puntos en la península, la compañía se ha posicionado como referente, aunque su modelo plantea ventajas y limitaciones.
Una red sorprendentemente extensa
En 2024, Mercadona cerró el año con 4.800 puntos de carga en España y casi 140 en Portugal, alcanzando una cifra difícil de igualar por otras cadenas. Estos cargadores, instalados en los aparcamientos de sus tiendas, permiten a los clientes “sumar kilómetros” mientras realizan la compra, integrando la movilidad eléctrica en la rutina diaria.
El detalle de la potencia
No obstante, el despliegue tiene un asterisco. Mercadona ofrece dos modalidades:
3,7 kW gratuitos durante 60 minutos (equivalente a unos 15 km de autonomía).
22 kW a 0,25 €/kWh, una opción más rápida pero aún lejos de los cargadores ultrarrápidos de corriente continua.
El modelo apunta a recargas de apoyo urbano más que a viajes largos, y exige que los conductores lleven su propio cable.
La competencia toma nota
El movimiento de Mercadona no ha pasado desapercibido. Otras cadenas ya compiten:
Carrefour ofrece cargadores de 50 y 150 kW, aunque en una red más limitada.
Lidl suma más de 650 puntos de recarga en España, con media hora gratuita.
Ahorramás avanza con proyectos junto a EDP.
El Corte Inglés incluso cuenta con puntos exclusivos para Tesla.
Además, actores como Decathlon o McDonald’s comienzan a desplegar cargadores de hasta 150 kW, demostrando que el sector retail se ha convertido en pieza clave para la expansión eléctrica.
¿Qué implica este modelo?
La apuesta de Mercadona reduce la “fricción” para quienes dudan en dar el salto al coche eléctrico: la posibilidad de cargar gratis o a bajo coste mientras se compra refuerza la comodidad y el valor añadido de la visita. Sin embargo, los expertos recuerdan que la verdadera transformación llegará cuando se combinen estas redes urbanas con estaciones rápidas capaces de cubrir viajes largos.
Un futuro de movilidad compartida
El caso Mercadona refleja una tendencia mayor: la movilidad eléctrica no crecerá solo con fabricantes y eléctricas, sino con supermercados, restaurantes y centros comerciales que ofrecen infraestructura como incentivo al consumo. En esta carrera por atraer clientes y fidelizarlos, el enchufe se convierte en una herramienta tan estratégica como el carrito de la compra.
Fuente: Xataka