Robert Prevost contó qué simboliza este nombre en la historia de la Iglesia y qué mensaje encierra para el mundo actual.
El nuevo líder de la Iglesia Católica es Robert Francis Prevost, de 69 años, quien se convirtió en el Papa número 267 y el primero de la historia nacido en Estados Unidos, el 14 de septiembre de 1955 en la ciudad de Chicago.
Durante un encuentro realizado junto a los cardenales del Colegio Cardenalicio en el Aula Nueva del Sínodo , el Sumo Pontífice contó por qué eligió el nombre de León XIV. Fue en homenaje a León XIII y con la misión de “prestar más atención a los problemas de orden social en el mundo, así como a los de la justicia”.
León XIII fue el autor de la Rerum Novarum (“Cosas nuevas en latín), la primera encíclica de la Doctrina Social de la Iglesia en 1891, reclamando que “la fuerza de trabajo del hombre no sea considerada como una mercancía”.
“Al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV por varias razones”, explicó el nuevo Papa.
“Pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum Novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que plantean nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”, desarrolló Prevost.
Para concluir su discurso, citó a otro Papa del pasado, San Pablo VI. León XIV hace suyas las palabras de Montini, que en 1963 puso al inicio de su ministerio y relanza una particular esperanza a los cardenales:
“Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo”.