El juez federal Julián Ercolini, el fiscal Eduardo Taiano y la Cámara Federal concluyeron que Alberto Nisman fue asesinado el 18 de enero de 2015 en el baño del departamento 4 del piso 13 de la torre Boulevard del complejo Le Parc, en Puerto Madero. Pero su muerte violenta está rodeada de una serie de interrogantes que la Justicia todavía no pudo resolver.
Los dos principales interrogantes son quién ejecutó el tiro en la cabeza que acabó con la vida del abogado penalista y quién ordenó el crimen. Después, hay otras incógnitas que son muy llamativas:
1. ¿Por qué se incendió la Casa Rosada y no funcionaban las cámaras de la residencia de Olivos el fin de semana en que murió Nisman?
2. ¿Por qué no funcionaban todas las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Nisman?
3. ¿Por qué el arma que terminó con la vida del fiscal tenía balas de punta hueca, siendo que la munición era de la marca Federal Classic, la cual se usa como proyectiles especiales?
4. ¿Por qué hubo un explosivo entrecruzamiento telefónico durante la mañana del domingo 18 de enero entre los espías César Milani, Fernando Pocino y Juan Carlos Mena cuando todavía no se sabía que Nisman estaba muerto?
5. ¿Por qué no hay un registro de salida de Diego Lagomarsino en el edificio de Le Parc del sábado 17 de enero después de que volvió a subir al departamento a las 20:04?
6. ¿Por qué razón Lagomarsino lo contactó primero a Nisman el sábado 17 de enero y no al revés como sigue insistiendo el técnico informático?
7. ¿Por qué en la casa de Lagomarsino se encontraron CDs con información de otras causas judiciales además de la causa que Nisman llevaba adelante contra la entonces presidenta Cristina Kirchner?
Muchas preguntas y poca información salida a luz. Ya pasaron 7 años de un suceso que conmovió a Argentina. Y dicen que el tiempo que corre es la verdad que huye. Pero la Justicia continúa investigando y de a poco, sigue encontrando piezas del rompecabezas sobre lo que sucedió aquel fin de semana de mediados de enero de 2015. Por lo visto, aunque hay quienes aún pretenden esconder la verdad de los hechos, la misma se termina imponiendo sin vuelta atrás.
Luciano Ingaramo